7 Pasos para mandar con autoridad

En negocios y bolsa, te estamos entregando los pasos necesarios para aprender a mandar con autoridad, pues autoridad siempre debe de existir en una organización y cuando existe alguna autoridad esta debe ejercer su mando, no en base al temor, sino que al respeto.

Conoce en negocios y bolsa, en este curso o guía de emprendimiento, como llegar las riendas de tu negocio, como saber ejercer tu autoridad, en estos 7 pasos que te brindaran luces para que sepas hacerte obedecer de la mejor manera posible, es decir, con respeto y creencia en tus decisiones por parte de tus empleados y sepas mandar con autoridad.

Manda sin permisividad

Para mandar con autoridad nunca te dejes llevar por la permisividad, ya que de ser así, perderías tu prestigio y la confianza en tus decisiones, ambas características fundamentales para guiar toda institución.

Actúa con el rigor necesario

Nunca dejes pasar a llevar tu autoridad, para ello, actúa con decisión, sin arrogancia, sin mirar en menos a los demás, pero sin dejar que tus decisiones no sean tomadas en cuenta y menos sean tomadas a la ligera por tus empleados.

Una regla básica

Recuerda que el líder posee autoridad en beneficio para los demás, no en beneficio propio. Esta regla vale oro, nunca la olvides.

No seas una autoridad condescendiente

Si te muestras muy condescendiente y cedes a todo en busca de amistad o popularidad, al final lo único que cosechas en tus empleados es negligencia, descuido y desorden.

El objetivo de la disciplina

La disciplina es un medio, nunca un fin. Por ello, para que sea formativa, debe ser flexible y dejar que las personas asuman sus responsabilidades.

Nunca vaciles en tomar una decisión

En los casos que el líder sea por timidez, sea por indecisión o bien, por temor a molestar, vacila en tomar una decisión y así ejercer su autoridad, lo único que conseguirá será desatar un estado de anarquía, cuyas víctimas serán tanto él, como sus empleados, y toda la empresa.

Ejerce tu autoridad en toda su plenitud

La autoridad no solo se ejerce con palabras, sino que más bien, con un lenguaje corporal de quien lidera alguna institución. Ella se expresa así, en gestos, en miradas, en la voz, el porte, la postura, los modales.

Recuerda, el jefe no solo debe de serlo, sino que debe de parecerlo.