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3 Mitos sobre el éxito en los negocios

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Conoce 3 mitos empresariales muy comunes y lo falso que han llegado a ser. Esto es muy interesante, lo pasarás bien leyendo esto aquí en Negocios y Bolsa

3 Mitos sobre éxito en los negocios


Mito empresarial nº 1: Se necesita una buena educación para ser empresario

Mito empresarial sobre la educación.

Esto depende de su definición de una buena educación. Muchos de los emprendedores de éxito, asistieron a la Universidad de la Vida, la mayoría no tienen un título universitario. 

Empresarios como Bill Gates, Richard Branson, Michael Dell, y Mark Zuckerberg todos "fracasaron" en obtener títulos. 

Un emprendedor de éxito necesita valor, determinación e iniciativa por encima de una educación formal. 

No es que una buena educación sea algo malo. Por supuesto que es algo bueno. A veces es lo que no sabemos lo que nos permite tener el coraje de intentar emprender. 

Los empresarios de éxito (sea cual sea su nivel educativo) son aprendices continuos. Henry Ford, que tenía poco interés en la escuela y era un mal estudiante (y nunca aprendió a deletrear o a leer bien) lo dijo así... 

Cualquiera que deje de aprender es viejo, ya sea a los veinte o a los ochenta años. Quien sigue aprendiendo se mantiene joven. Lo mejor de la vida es mantener la mente joven. La educación no termina en la escuela, el colegio o la universidad. 

La Universidad de Harvard ha otorgado un título honorífico a Mark Zuckerberg. De hecho, no es raro que empresarios de gran éxito reciban títulos honoríficos. 

Mito del emprendedor nº 2: Cualquiera puede ser un emprendedor. 

¿Seguro que cualquiera puede ser empresario? 

Esto es una simplificación excesiva. No todo el mundo quiere ser empresario. Y no todo el mundo debería ser empresario. 

Ser empresario es un papel importante en la sociedad, pero también lo son muchas otras funciones. Y quizás algunos de estos otros papeles sean más importantes.

El Global Entrepreneurship Monitor (GEM) ha descubierto que hay más de 582 millones de personas en el mundo (7,3%) que poseen o están iniciando un negocio. 

El éxito empresarial depende del hecho de que los aspirantes a empresarios necesitan detectar oportunidades que puedan convertir en propuestas de negocio interesantes. 

La investigación del GEM de 2019 muestra que Japón tiene la proporción más baja de adultos que buscan iniciar un negocio, alrededor de uno de cada 10. Mientras que casi nueve de cada 10 adultos en Polonia y ocho de cada 10 en Suecia e India están buscando activamente oportunidades de negocio.

 Mito del emprendedor nº 3: Un gran producto siempre tendrá éxito 

Construye una mejor trampa para ratones y el mundo llamará a tu puerta. 

La teoría es estupenda, pero la realidad es diferente. 

He aquí ejemplos de algunos de los mayores fracasos de productos de la historia de algunas de las mayores empresas del mundo. En cada caso, estas empresas pensaban que tenían un producto mejor. 

El coche Ford Edsel de 1957 es un ejemplo muy citado. El eslogan: "Actúa como parece, pero no cuesta tanto" mitos del éxito del producto Ford invirtió más de 400 millones de dólares en la fabricación y el lanzamiento del coche, pero los estadounidenses no lo compraban, porque querían "vehículos más pequeños y económicos", según Associated Content. 

El otro ejemplo que se cita a menudo es el de cómo Windows venció al Macintosh de Apple, no por la tecnología sino por un mejor "marketing" (no promoción). 

Así que "construir una mejor trampa para ratones" es una verdad a medias. Así como es importante que un empresario se centre en fabricar el "mejor" producto posible, también es importante que entienda que tener un buen producto es sólo uno de los factores clave del éxito empresarial. 

La idea de que "la excelencia habla por sí sola", a la larga, tampoco es cierta. 

El éxito de un empresario va más allá de tener un buen producto. Un buen producto tiene que promocionarse. Tiene que ser visto por las personas adecuadas (influenciadores). A veces, un producto no tan bueno pero bien comercializado puede tener más éxito que un producto bueno mal comercializado. 

Cree un gran producto, pero no piense que eso es todo lo que se necesita para que un negocio tenga éxito.